Agua y lodo. Eran las dos palabras empleadas por los pobladores del Malecón del Puerto Amberes después de que las lluvias y la crecida del Huallaga dejaban charcos por doquier, impidiendo el libre tránsito y propiciando la reproducción de zancudos. Ahora dicen adiós a este problema: el lodo fue cubierto con ripio y sellado por la maquinaria pesada.

Dos motoniveladoras y un rodillo bastaron para dejar abajo todo el lodo y agua empozada de las calles del malecón. “Ya no aguantábamos más, había mucha agua empozada y los zancudos no nos dejaban en paz”, mencionó Lola Fasabi Tuanama, pobladora del Puerto Amberes, quien también manifestó que ahora podrá jugar vóley sin tener miedo de caer en los charcos.

Este trabajo de arreglo de calle fue impulsado por la Municipalidad Provincial de Mariscal Cáceres para garantizar la seguridad y bienestar de los pobladores de la zona. “Estamos prestos a atender y solucionar las necesidades de nuestra gente”, expresó el regidor de la Municipalidad, Víctor Campos fuentes.