Personal integrante de la Policía Municipal que hace guardia en la alameda en horas nocturnas, realizo la limpieza general en ese lugar, con apoyo del personal de UNOSA, recogiendo los residuos de toda índole arrojados por malos vecinos que se resisten aún a ver los lugares públicos así como las calles de nuestra ciudad libre de basura, actitud que debe cambiar para cambiar también nuestra ciudad.

Las calles limpias deben ser una constante para que la ciudad luzca siempre limpia y libre de basura y maleza, los ciudadanos deben empezar a comprender que, si no actuamos de manera diferente la ciudad siempre estará presentando un aspecto deplorable y sucio y eso nos parece una falta de respeto para el pueblo y para con nosotros mismos, en la casa, en las Instituciones Educativas, Públicas y Privadas se debe trabajar con ese objetivo.

Debemos entender que la limpieza es uno de los valores más importantes del ser humano y por tanto todos en general debemos inculcar a nuestros niños a no arrojar la bolsita plástica luego de disfrutar un marciano, el vaso descartable luego de degustar una gelatina, las envolturas de un chupete, de un caramelo, las bolsas luego de tomarnos una agua de coco no deben ser arrojados a la calle como si esta se tratara del basurero general.

Pero si los niños ven que sus padres, sus tíos o cualquier persona mayor dan el mal ejemplo de arrojar los residuos en cualquier lugar, es lógico que ellos actúen de la misma manera creando en ellos un mal hábito que difícilmente será superado, y así seguirá la cadena condenando a nuestro pueblo a vivir en la suciedad y con ello dando un mal aspecto y creando una sensación de asco en nuestros visitantes y también en las personas que diariamente pregonan con el ejemplo barriendo los lotes que les corresponden, mientras que a otros ciudadanos parece gustarles la suciedad.